El Compu Palace, me produce muchas emociones. Tristeza, impotencia, por ejemplo. Tristeza, por que se dañò parte del legado arquitectònico de la ciudad y del barrio. Ademàs porquè hizo un cambio dràstico en las visuales de la Avenida Arequipa hacìa el siempre tradicional, Parque de Miraflores. Hay otros ejemplos que para mì, son, de espanto; algunas cosas que no debieron de estar ahì, que cambiaron totalmente mi persepciòn de Miraflores tradicional, o por lo menos que mataron cierto romantisismo bohemio. Estos son, el Saga falabella del ovalo de Miraflores, el Plaza Vea de la Av. Arequipa y algunos otros, que me decepcionaron profundamente.
Para mì, es muy triste pensar que en el Perù, las cosas avanzan hacia atràs, se destruyen parques, para hacer museos que nunca se concluyen, se derrumban residencias de època para hacer supers o edificios. Es cierto que Lima crece, pero ¿Es que no hay espacio para esto?, capaz me desvìo mucho del tema princial; El Compu Palace y su muy mala intervenciòn y diseño, pero me parece esencial rescatar mis pensamientos y crìticas, sobre lo que pasa.
Impotencia, por què no puedo hacer nada. Es màs, nadie hace nada, por preservar parte del pasado y si se hace, las autoridades ni constructoras, lo toman en cuenta. Para mì, este comercial de equipos de computadoras y otros; carece de sentimientos. Un gran cubo con botones gigantes, que pierde las proporciones reales de pisos y que ademàs resalta la frialdad de lo que hay al interior. Sinceramente, creo que puede haber sitios destinados a esta clase de negocios, pero no creo que la Av. Arequipa sea la ideal ya que envuelve melancolìa. No sè si les a pasado: cuando caminan por ahì, no sienten que algo falta, creo que es la frialdad (como un baño gigante o un chip mutante) que este lugar te transmitè. Estoy (shift) DESILUCIONADO.